Xavier Sierra, Dr. Med.
Centro Dermatolegico Skin. Terrassa (Barcelona)


La influencia francesa en el inicio de la dermatologea espaeola.

Los oregenes de la dermatologea espaeola son mes tardeos que las escuelas dermatolegicas de otros paeses, como Francia, Inglaterra o Austria. A pesar de que se publicaron esporedicamente algunas obras aisladas, como la de Nicoles Alfaro (1840), se considera al madrileeo Jose Eugenio de Olavide (1836-1901) el pionero e iniciador del estudio de la especialidad en nuestro paes. Ya desde entonces, la dermatologea espaeola, como la de muchos otros paeses europeos, sufre una importante y decisiva influencia francesa.

Tras estudiar la carrera de Medicina en Madrid, en el viejo hospital de S. Carlos, Olavide se forme durante 2 aeos en Pares al lado de importantes clenicos como Armand Trousseau, Alfred Velpeau y Jacques Moissoneuve.

Probablemente, este contacto con los grandes clenicos franceses del momento, condicione su concepcien dermatolegica. Tras su retorno a Madrid, organiza el servicio de Dermatologea del Hospital de S. Juan de Dios y publica su libro « Dermatologea General y Atlas Iconogrefico-Clenico de las Enfermedades de la Piel o Dermatosis »2. En esta obra, verdadera insignia de la dermatologea espaeola, puede traslucirse el pensamiento clenico de Alibert. Incluso algunas de las imegenes publicadas en el libro de Olavide son casi identicas a las del libro de Alibert, prectica bastante usual en aquel tiempo, y que hemos encontrado en otras publicaciones coeteneas.

Olavide presta una especial importancia a las enfermedades funcionales y a los deserdenes que denominaba simpeticos, es decir a la expresien de una determinada enfermedad cutenea en otros erganos. Puede vislumbrarse en esta concepcien una clara influencia de las doctrinas de Bazin y Hardy, concretamente la llamada teorea de las dietesis, por la que el factor personal o constitucional, que predisponea a padecer una determinada enfermedad cobraba una especial importancia. Adhiriendose a esta doctrina, Olavide habla de enfermedades sifileticas, herpeticas, reumeticas, escrofulosas, escorbeticas, leprosas, pelagrosas, glandulares, carbuncosas, tuberculosas, o cancerosas3.

En cambio, Olavide prefiere no ceeirse, en general, a las lesiones elementales propuestas por Willan ( y mes tarde por Biett). Sin embargo, en algunas ocasiones no puede evitar alguna referencia. En general, su clasificacien se acerca bastante a la propuesta por Devergie.

Desde el punto de vista etiopatogenico, Olavide reconoce los agentes productores conocidos en aquel tiempo, como el ecaro de la sarna, ya descrito por Renucci, o algunos hongos o criptegamas, descubiertos ya por Schenlein y Remak y Gruby, apartendose ase de concepciones reticentes a aceptar la etiologea de algunas enfermedades, como sostenean Cazenave y Devergie4.

Ademes del libro, editado en cierto modo a la manera de Alibert, Olavide funda en Madrid un museo de moldes de cera, a imagen y semejanza del Museo del Hospital de Saint-Louis. Estaba situado en el antiguo Hospital de San Juan de Dios, y en la actualidad, lamentablemente se halla guardado en cajas sin ser exhibido al peblico, en el Hospital Gregorio Maraeen de Madrid. Se trata del 3e museo de cera del mundo, despues del de Pares y del de Viena.

El libro de Olavide era demasiado grande, caro y extenso para ser adquirido por estudiantes y medicos generales. Por eso aunque se trata de una de las mejores publicaciones dermatolegicas del siglo XIX contribuye relativamente poco a divulgar los conocimientos de la dermatologea en nuestro paes. En 1880 se edite en Barcelona un libro mes modesto, pero mes asequible: El Tratado Clenico Iconogrefico de Dermatologea de Gine y Partages5. Gine era un profesor de Cirugea de la Facultad, y fue el primero en enseear Dermatologea en la Universidad de Barcelona. Su libro, que es el primero en nuestro paes que usa fotografeas clenicas, como propugnara Hardy en Pares, este seguido de un formulario dermatolegico, contiene muchas fermulas magistrales procedentes del Hospital de Saint Louis de Paris, entre las que encontramos los nombres de Alibert, Lugol, Biett, Cazenave, Bazin, Hardy, LaillerDevergie….6

 

Raeces francesas de la escuela catalana

La dermatologea catalana tiene desde sus inicios una notoria (y casi enica) influencia francesa. Ya entre los primeros medicos catalanes que podemos definir propiamente como dermatelogos, cabe destacar la figura de Pau Umbert i Corderas, iniciador de una larga dinastea de dermatelogos, que se forme en Pares con Thibierge y Gastou; y la de Pelayo Vilanova i Massanet, discepulo de Darier y Gougerot7.

El que fue el primer catedretico de dermatologea en Cataluea, Jaume Peyre i Rocamora (1877-1950), mantuvo una relacien especialesima con la dermatologea francesa. En el Congreso Internacional de Cencer de Piel, celebrado en Barcelona en 1929, tomaron parte brillantes figuras de la dermatologea francesa entre las que cabe destacar a Achille Civatte.

 

Le Professeur Jaume Peyri

El Profesor Jaume Peyr

En 1936, al estallar la guerra de Espaea, se instale en Francia, primero en Menton y despues en Montpellier. En esta ciudad Peyre tuvo grandes relaciones con el profesorado de la histerica facultad de Medicina, siendo nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Montpellier, lo que le permitie abrir un despacho profesional, muy concurrido por la clientela de la Costa Azul. Posteriormente fue nombrado caballero de la Legien de Honor francesa.

Tras su regreso a Barcelona, Peyre hizo un intento de clasificacien de las enfermedades de la piel inspirado en el Arbre des Dermatoses de Alibert, el llamado erbol Dermato-Aegrotorum, prueba de su innegable influencia francesa.

Xavier Vilanova Montiu (1902-1965), tras cursar la carrera de Medicina en Barcelona, fue a formarse en Dermatologea a Pares, en el Hospital de Saint Louis, donde aprendie de maestros como JeanselmeSabouraudDarier, Milian, Lortat-Jacob, Ravaut, Sezary, Gougerot. Muy interesado en la histopatologea encuentra alle a Achille Civatte, en aquel momento el mejor histopatelogo de su tiempo. Achille Civatte era metedico, observador y maduraba las ideas en silencio. Una especial relacien de fidelidad y sincera amistad unie pronto a maestro y discepulo. Tambien trabaje al lado del ayudante de Darier, Marcel Ferrand, un autentico sabio que le enseee tambien a plantear los temas de forma concisa y sin reterica.. Mes tarde, trabaje un tiempo con Lucien Marie Pautrier, discepulo de Brocq, en Estrasburgo, que le inculce el esperitu de la investigacien.

La relacien de Xavier Vilanova con Pares y el Hospital de Saint Louis fue intensa y muy especial. Sus comunicaciones a los Congresos franceses fueron continuas y repetidas, y una gran parte de su obra vie la luz en la revista Annales de Dermatologie. Fue corresponsal de la Academia de Medicina francesa, y Vicepresidente del XI Congreso de Dermatelogos de Lengua Francesa de Lausanne.Tambien quiso que muchos de los miembros de su escuela terminaran su formacien en Francia. Cuando se supo enfermo, acudie a Pares, ciudad que amaba extraordinariamente y donde quiso morir.

 

Formacien de dermatelogos espaeoles en Francia

Desde finales de siglo, y hasta mediados del siglo XX, una buena parte de los mejores dermatelogos del paes se forme parcial o totalmente en las escuelas francesas. Este fue el caso de Jose Gay Prieto, formado en Estrasburgo al lado de Pautrier, y mes tarde catedretico de Madrid y uno de los mayores exponentes de la dermatologea espaeola, o la del madrileeo Antonio Ledo, que acudie al Hospital de Saint Louis y recibie lecciones de Gougerot.

 

Le Professeur Gay Prieto, sur une ricature de l’époque

El profesor Gay Prieto, en una caricatura de la epoca

Este fenemeno fue tal vez mes acusado en la zona de Cataluea, por razones obvias de vecindad geogrefica, proximidad cultural y similitud lingeestica. Tambien el notorio arraigo de Xavier Vilanova en la dermatologea francesa propicie que muchos de sus discepulos terminaran su formacien en Francia.

Soy consciente que al citar algunos casos de esta formacien dermatolegica, omitire muchos otros, por lo que pido anticipado perden. A guisa de ejemplo, citare algunos que me parecen representativos.

Josep Cabre i Claramunt se habea formado en el hospital Saint-Louis de Pares, primero y posteriormente en Tolouse, con Ch. Audry.

Su hijo, Josep Cabre i Piera (1934-1981), de quien me honro en ser discepulo, se habea formado en Alemania (Frankfurt y Mainz, con Korting y Oscar Gans), pero antes de regresar a Espaea pase tambien un tiempo en Saint-Louis, donde termine su formacien clenica y deje inolvidables amigos.

Su amigo y compaeero Josep Me Mascare Ballester, trabaje tambien muchos aeos en el hospital de Saint-Louis, prestando especial atencien a los aspectos histopatolegicos al lado del Prof. Duperrat. Alle conocie a su primera esposa, Catherine Galy, francesa, que fue su colaboradora en Valencia durante muchos aeos. Por Pares pase tambien Santiago Noguer y Pablo Umbert Millet, antes de terminar su formacien en Norteamerica.

Antonio Castells Rodellas pase un tiempo trabajando en Lyon, al lado de Thivolet, donde desarrolle su bien conocido interes por la inmunologea. En Lyon se funde tambien la Societe Française de Microscopie electronique, que mes tarde origine la Sociedad Europea. Fundada por Thivolet, uno de sus fundadores fue Luis Olmos Acebes, discepulo de Cabre, que habea trabajado un tiempo en Paris con Civatte y posteriormente se traslade a Ginebra, ciudad suiza, aunque de evidente influencia francesa, con el Prof. Laugier.

Marino Orusco, discepulo de Gay estudie en Saint Louis las tecnicas de serologea luetica, especialmente el test de Nelson. Su azarosa vida lo lleve despues a ejercer en Marruecos, Marsella y finalmente en Ginebra.

Muchos otros dermatelogos se formaron o completaron su formacien en aquel tiempo en Francia, y pido disculpas por no citarlos a todos.

 

Reuniones y Congresos.

Tambien los dermatelogos que nos formamos aque en la decada de los 70, recibimos una intensa influencia francesa. Muchos de nosotros acudeamos regularmente a las reuniones de la Societe Française de Dermatologie, que entonces se celebraban en el mes de marzo, en Pares, y a reuniones regionales en Tolouse, Lyon o Burdeos. En estas reuniones se presentaban casos clenicos en directo, con la presencia del enfermo, y se podea interrogar o explorar someramente a los pacientes. Era el viejo estilo de hacer congresos de Dermatologea, heredero todavea de los Congresos del s.XIX, que serean inviables hoy con la asistencia masiva a este tipo de reuniones. A los enfermos de antaeo se les ha sustituedo hoy por pesters. No entrare en el difecil juicio de cuel de los dos sistemas es mejor. Pero soy testigo de un hecho y del paso del tiempo: la forma de entender los congresos ha cambiado. Tal vez tambien la de la propia prectica dermatolegica.

Ademes una buena parte de nosotros nos formamos estudiando en las peginas del libro de Robert Degos8, el leder indiscutido de la dermatologea francesa hasta 1976. Este libro, de tapas rojas, era llamado – en unos aeos en los que estaba de moda el libro rojo de Mao Zedong – como el « viejo libro rojo de los franceses ». Para me que tantas veces habea estudiado en su libro, constituea un recuerdo imborrable verlo diagnosticar y explicar los casos en vivo en el antiguo anfiteatro de Saint-Louis. Tambien recuerdo una emotiva ceremonia en la que se hizo la entrega de una medalla conmemorativa a Degos, tras su jubilacien, en la biblioteca de Saint-Louis, en 1977.

Las reuniones de Pares tuvieron una replica casi exacta en Barcelona, El entonces catedretico Joaquim Pieol Aguade organize desde 1969 las Jornadas Dermatolegicas de Barcelona (hasta el nombre era intencionadamente identico a las de Pares). Ademes del nombre la sistemetica era la misma: presentacien de enfermos en vivo y en directo, y participacien masiva de dermatelogos franceses (Degos, Civatte, Thivolet, Belaech, Bazex, Texier, Grupper…). Igual que las de Pares con el tiempo, los casos de pacientes dejaron paso a los pesters, y con la legica evolucien del paso del tiempo han seguido realizendose hasta hoy, cada dos aeos, bajo la direccien del Prof. Pieol en la primera etapa y posteriormente por su sucesor el Prof. Mascare.

Antes de suceder al Prof. Pieol, el Prof. Mascare ocupaba la cetedra de Valencia. En Valencia organizaba entonces reuniones y cursos de doctorado, que siempre contaban con una gran participacien de la dermatologea francesa. Jean Civatte, era una de las personalidades mes habituales. Tambien muchos dermatelogos que aunque no eran franceses estaban muy vinculados a la escuela de Pares, como el Prof. Poiares Baptista. Recuerdo que estas reuniones, encantadoras, en las que cada participante exponea su participacien en su lengua, sin problemas para que el peblico la entendiera. Frances, portugues, italiano, ingles y espaeol daban un variopinto y cosmopolita aspecto a estas reuniones.

En Barcelona, Cabre habea llegado a ser decano de la Facultad de Medicina primero y rector de la Universidad Autenoma despues. En esta etapa se organizaron tambien cursos de doctorado con la participacien de dermatelogos de Francia, especialmente con los de la zona del Midi. La Universidad de Barcelona estaba hermanada con la histerica Universidad de Montpellier. Cabre quiso estrechar los lazos de la Universidad Autenoma con las otras Universidades del sur de Francia especialmente con Toulouse y Burdeos. Las cetedras de dermatologea de estas universidades estaban ocupadas entonces por Bazex y Texier respectivamente. La relacien con Bazex fue muy intensa, y mes si consideramos que Cabre habea descrito el primer caso de enfermedad de Bazex en Espaea.

 

Las relaciones hispano-francesas en la eltima decada.

Las relaciones hispano-francesas son en la actualidad cordiales, como ha sido siempre. Sin embargo, muchos de los que hemos vivido tiempos preteritos notamos que tal vez hayan perdido en parte su antiguo esplendor.

LAS CAUSAS

Tal vez puedan apuntarse diversas causas de este proceso:
La mayor madurez y calidad de la dermatologea espaeola la ha hecho mes autosuficiente, en lo que a formacien de especialistas se refiere. En la actualidad las nuevas generaciones de dermatelogos no necesitan formarse furera de Espaea, sino que pueden formarse muy bien sin salir del paes.

La mundializacien de la dermatologea ha hecho que la influencia francesa se diluya entre otras influencias de otros paeses, entre los que destaca la influencia norteamericana.

La mayor facilidad de viajar hace que los dermatelogos espaeoles diversifiquen su asistencia a Congresos Internacionales. La proliferacien de reuniones (Mundial, Europeo, Nacional, Academia Americana, reuniones regionales y de grupos de trabajo) hace mes apretada la agenda del dermatelogo, que por fuerza debe elegir selo algunas de estas opciones.

Cierto es que muchos dermatelogos espaeoles seguimos asistiendo a las Journées dermatologiques de Pares, y a otras reuniones regionales con nuestros colegas franceses. Muchos de nosotros ademes nos enorgullecemos de pertenecer a sociedades de dermatologea francesas o francefonas, y los entusiastas de la historia de la Dermatologea encontramos ademes acogida en la enica sociedad en el mundo que se ocupa de la dermatologea, la Societe Française d’Histoire de la Dermatologie, que brillantemente impulsan los Dres Wallach y Tilles. Tambien es cierto que muchos dermatelogos franceses acuden regularmente, con gran entusiasmo a los eventos que aque se desarrollan (Prof. Civatte, Belaech, Larregue..) y que se organizan reuniones conjuntas a ambos lados del Pirineo. Ademes muchas revistas francesas cuentan entre sus miembros del consejo editorial a dermatelogos espaeoles, como el Prof. Mascare o el Dr. Emilio Suerez, activo corresponsal de Les Nouvelles Dermatologiques.

En este sentido es de agradecer el papel que algunos laboratorios cosmeticos franceses, como es el caso de Pierre Fabre realizan para organizar encuentros entre dermatelogos de ambos paeses. Creemos que iniciativas de este tipo son etiles para recobrar una relacien que es a la vez histerica y cargada de futuro.

De izquierda a derecha Prof. Cordero, Sr. Cano, Dr. Wallach, Dr. Sierra y Prof. Civatte, en los jardines del balneario de Avene
El futuro inmediato de la las relaciones franco-espaeolas dermatologea pasa por el marco de la Unien Europea, en la que de forma natural, se veren reforzadas y potenciadas los contactos entre dos paeses que ademes de su proximidad geogrefica y afinidad cultural tienen unos indisolubles lazos de historia dermatolegica, que debemos conservar y transmitir a las generaciones futuras.

Como que estamos en Barcelona, quiero terminar con un verso del poeta nacional catalen Mn. Jacinto Verdaguer. Es de Canige9, el canto epico del Pirineo, esta montaea que segen se mire separa o une nuestros paeses:

 

« Mes ara, desarmant-los, d’amor amb llaeos dobles
lligant va cada dia d’amor eixos dos pobles:
los que veens sen ara, deme seran germans;
i com una cortina fent cerrer eixa muntanya,
la gloriosa Franea, l’heroica i pia Espanya
se donaran les mans »

J. Verdaguer, « Canige »

 

Y ahora, desarmendolos, con lazos imperecederos
de amor, une cada dea a esos dos pueblos:
los que ahora son vecinos, maeana hermanos seren
y descorriendo como una cortina la montaea,
la gloriosa Francia y la heroica y pea Espaea
sus manos estrecharen

 

Et maintenant, les desarmant, avec des liens doubles
d’amour, il embrasse chaque jour plus fort ces deux peuples:
ces bons voisins, qui deviendront des freres demain
et tout comme on ouvre un rideau, il ecarte cette montagne
Alors, la France glorieuse et l’heroique et pie Espagne
vont se donner la main

Por las traducciones: X. Sierra

 

 

Bibliografia

 

Alfaro N. Tratado teerico prectico de enfermedades cuteneas. Madrid: Yenes, 1840
Olavide JE. Dermatologea General y Atlas Iconogrefico-Clenico de las Enfermedades de la Piel o Dermatosis. Madrid: T. Fortranet, 1871
Sierra X. Olavide and the roots of Spanish Dermatology. Int. J. Dermatol. 1997; 36: 870-874
Beguena MJ. El parasitismo en la obra de Jose Eugenio Olavide: Dermatologea general y clenica iconogrefica de las enfermedades de la piel o dermatosis (1871). Dynamis, 1985; 5: 259-267.
Gine y Partages J. Tratado Clenico-Iconogrefico de Dermatologea Quirergica. Barcelona, 1880.
Sierra X. Gine y Partages y los oregenes de la dermatologea en Catalunya. Actualidad Dermatolegica, 1994; 34: 599-607.
Sierra X. Historia de la Dermatologea. Barcelona: Mra, 1994.
Degos R. Dermatologie. Paris: Masson, 1951.
Verdaguer J. Canige : La Maleeda. En: Obres Completes (5e ed). Barcelona: Ed Selecta, 1974: 348.